SÉPTIMA SEMANA!

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Buenos días a todos/as!


    Vamos a iniciar el día de hoy comentando la visita que realizamos el pasado lunes 21, a los hogares funcionales.

   Primeramente, decir que el centro al que acudimos se ubica en San Adrián, Bilbao.
   Éste dispone de 13 plazas que pueden ser ocupadas por diferentes personas menores de edad, aunque es verdad que puede haber alguien que supere la mayoría de edad como excepción, por ejemplo en el caso de un sujeto con discapacidad que no puede valerse por sí mismo.
    El motivo por el que estos menores son acogidos en hogares, se deriva principalmente de problemas familiares; cabe la posibilidad de que los padres decidan ingresarlos allí por un tiempo debido a un determinado problema, como puede ser un divorcio, o que la administración pública les haya retirado la tutela por un tiempo en concreto o para siempre.
    Son 7 educadores y 2 amas de casa los profesionales que podemos encontrar en este hogar. Los educadores tienen gran relevancia en este ámbito en concreto, ya que desempeñan diversas funciones, que van desde una simple matriculación del colegio o un acompañamiento al médico, hasta planificar programas socioeducativos complejos, anotar en un cuaderno todas las anécdotas y actividades realizadas, registrar las llamadas recibidas, y un largo etcétera.
    Una de las cosas que más me sorprendió de este hogar fue el espacio físico, ya que es una casa muy común, en la que se distinguen 7 habitaciones, 2 cocinas, 2 salones y 2 baños.
    Es fundamental aclarar que este tipo de hogares son lugares temporales destinados a la espera de una mejora en el entorno familiar.



    A continuación veamos las cuestiones tratadas el martes.
   
    Comenzamos la sesión analizando un poema. Éste alude a la vida a través de una metáfora; debemos recorrer la vida con tranquilidad, sin ninguna prisa, y adquiriendo los conocimientos más vitales de cada etapa. Se vuelve a hacer referencia a la importancia del proceso, y no únicamente del fin. También han surgido otros aspectos como la necesidad de la persona de ser curiosa, y la repercusión de hacer siempre consciente el momento y disfrutarlo, sin pensar en qué es lo que vendrá posteriormente.


    Continuando con el tema del pasado día, las técnicas de grupo, podemos considerar que:

     A la hora de optar por una u otra técnica debemos tener en cuenta, entre otras muchas cosas, las características de los miembros, la capacidad del animador y la fase en la que se encuentre el grupo (orientación, establecimiento de normas, solución de conflictos, eficiencia, final).
    Una de las razones por las que utilizar una técnica es para crear un clima de confianza; así como fomentar la cooperación, la organización, la toma de decisiones, la resolución de conflictos...
    Las técnicas de motivación brindan la oportunidad de desarrollo y autorrealización, dan reconocimiento por sus logros, muestran interés por las personas, buscan su compromiso, impulsan la participación, promueven un sentimiento de utilidad, potencian la relación entre compañeros y ayudan a crear un buen clima.



    Dando por terminada esa sesión, vayamos al viernes.

    Empezamos la clase llevando a cabo una dinámica que consistía en formar un triángulo isósceles; para ello, cada individuo debía elegir dos sujetos como punto de referencia, y de un modo silencioso crear la figura.


    Posteriormente, tratamos el tema del trabajo en equipo:

    El Educador Social debe estar profesionalmente preparado para trabajar en equipo, y por tanto, tiene que disponer de las capacidades comunicativas y de relación necesarias para ello.
    Podemos definir el grupo como un conjunto de personas que trabajan juntas, pero en principio, no tienen por qué compartir una meta ni objetivos comunes, a diferencia del equipo.



Un saludo,

Andrea.

SEXTA SEMANA

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¡Buenas tardes a todos/as!


    Como habitualmente, vamos a dedicarnos a aclarar los diferentes conceptos vistos y analizados en el aula la pasada semana.

    Vamos a comenzar el día de hoy por las cuestiones planteadas a partir del texto mencionado el otro día, llamado, "Fundamentos Políticos de la Educación Social".

    Todas las personas poseemos diversas políticas destinadas a hacer el bien en la sociedad; esa es nuestra verdadera obligación, pudiendo de esta manera, mejorar la convivencia en la ciudadanía. Podemos decir, además, que somos seres políticos como educadores.
    Un criterio fundamental de los grupos humanos suele ser la compartición de una ideología o de unas determinadas ideas, ya que solemos tender a juntarnos y agruparnos con las personas que comparten las mismas creencias que nosotros, dejando de lado y excluyendo, muchas veces, a ciertos individuos por ser considerados diferentes; esta perspectiva es errónea, ya que deberíamos ver la riqueza ideológica como enriquecedora, y por tanto, tendríamos que facilitar el contacto con otro sujeto de distinta ideología.

    La profesión de Educación Social ha pasado por diferentes etapas hasta llegar a lo que es considerado hoy en día.
    A finales de los años 50, encontrábamos el asistente social creado por Caritas, que era el profesional que acompañaba a personas con algún tipo de problema. 
    En los años 20, la mayor parte de los educadores se relacionaban con instituciones religiosas.
    A finales del los 70, se originó una corriente de voluntariado social, en la que se dedicaban al trabajo en la calle con personas en dificultad.
    En los años 89, se iniciaron las reuniones con los asistentes sociales, y después de dos años, es decir, en el 89, se creó el titulo de Educación Social.  

    En numerosas ocasiones hemos pensado y afirmado, que los profesionales del Trabajo Social podían ocupar el puesto de cualquier Educador Social, pero al final, se ha aclarado esta duda, y ningún individuo podrá trabajar como un Educador si no dispone del título necesario para ello.
    A raíz de lo mencionado anteriormente, podemos decir que se ha hecho gran hincapié en la profesión, más que en la búsqueda de una solución al problema.

    Una de las diferencias más grandes de los dos ámbitos profesionales es que los Trabajadores Sociales han perdido el ámbito educativo.

    Como el anterior día comentamos, la Educación Social proviene de cuatro grandes áreas de intervención: La Educación Especializada, la Animación Sociocultural, la Educación de Adultos y la Animación Sociolaboral.



    El viernes, iniciamos la sesión realizando un ejercicio de relajación y respiración, en el que uno de los objetivos principales era sentir partes del cuerpo que normalmente no lo hacemos. Para ello, debíamos sentarnos bien, colocar los pies correctamente en el suelo, respirar abdominalmente y por último, cerrar los ojos. También se utilizó la música como herramienta para crear un clima tranquilo y acogedor.
    Fue una actividad bastante original, ya que hasta ahora nunca habíamos llevado a cabo una dinámica de este estilo.


    Después, analizamos las técnicas y dinámicas de grupo propuestas por el docente.

    Para lograr que un grupo sea eficiente, los educadores debemos observar cómo éste se interrelaciona y cómo se comportan las personas dentro de él. Es importante recordar que el dinamizador debe aplicar las técnicas con el fin del aprendizaje del grupo, y pueda de este modo, ser eficaz.

    La dinámica de grupos analiza determinados aspectos, como por ejemplo, los diferentes estilos de liderazgo y patrones de influencia existentes, los procesos para la toma de decisiones, las normas (escritas y no escritas), los factores de cohesión y apertura...

    El dinamizador puede servirse de las técnicas de dinámicas de grupo para facilitar el aprendizaje de conocimientos y habilidades, la prevención y abordación de conflictos, la fomentación de la participación y la realización personal.

    Los grupos eficientes presentan una serie de características, como la comprensión y aceptación de los miembros, la comunicación abierta, la responsabilidad del aprendizaje en ellos mismos, sin estar pendientes en todo momento del educador, la cooperación entre los componentes, la existencia de procesos establecidos para la toma de decisiones, el enfrentamiento a sus problemas y la resolución de esos conflictos de manera constructiva, etcétera.

    Una de las razones por la que emplear las dinámicas de grupo, es porque forman parte de la propia vida de éste; siempre que se trabaja con grupos se desarrolla una dinámica determinada, y el educador puede ser capaz de cambiarla cuando lo desee. Debemos saber qué tipo de dinámica es la apropiada para trabajar en cada grupo, ya que no todas las técnicas son válidas para todos.

    A la hora de optar por una u otra técnica debemos tener en cuenta los objetivos que queremos lograr, la madurez y entrenamiento del grupo, su tamaño, el espacio físico y el tiempo que disponemos, los elementos auxiliares necesarios, como una pizarra, o un número concreto de cartulinas, entre otras muchas.


    Por último, nuestros compañeros presentaron el texto de esa semana, que trataba sobre los sistemas.

    Podemos definir a un sistema como un conjunto de elementos en constante interacción; éstos pueden ser de dos tipos, simples o complejos.

    Existen círculos de refuerzo y de compensación dentro de los sistemas. Los primeros tratan de reforzar, mientras que los segundos, intentan volver a cobrar el equilibrio.

    Distinguimos diferentes características que determinan a un sistema.
    El primero es el equilibrio, muy importante a tener en cuenta por parte de los educadores, ya que muchas veces tendremos que reflexionar sobre si merece la pena romperlo y sobre si disponemos de los recursos necesarios para volver a recuperarlo. Todo sistema tiene el objetivo de sobrevivir, sea a nuestros ojos positivo o negativo.
    El segundo es la causalidad, es decir, no fijarnos tanto en el problema, sino en lo de alrededor, en el entorno. Por ejemplo, en las normas no escritas que subyacen en el sistema.
    El tercero es la equifinalidad, o en otras palabras, meditar sobre en dónde debemos intervenir. Por ejemplo, en el caso de una drogadicción debemos valorar si merece la pena quitar la droga, trabajar con la familia, la escuela...

    Para concluir, decir que la intervención sistémica es una parte esencial de la metodología.


Hasta la próxima,

Andrea.

QUINTA SEMANA=)

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¡Hola!

    Para comenzar, voy a comentar la imagen que he seleccionado del video visto en clase el pasado martes. Debo decir, que todas ellas me han parecido muy interesantes, y por tanto, me ha costado mucho decantarme solamente por una.






 
    En ésta podemos observar, como el hombre blanco señala con la mano la parte inferior de la puerta, por la que las personas de color deben pasar, empleada habitualmente para la entrada y salida de animales, como los perros o gatos.
    Por lo tanto, podemos decir que se asocia este tipo de personas con un animal.

    Esta foto refleja claramente la discriminación hacia este determinado grupo. Es sorprendente, como a lo largo de la historia se ha estereotipado y juzgado a este colectivo, simplemente por el color de su piel, anteponiéndolo a muchos otros aspectos, y olvidando que son seres humanos como los demás. Es verdad, que este hecho ha avanzado bastante en la sociedad actual, pero todavía se dan tratos discriminatorios, y por tanto hay mucho que hacer.


    Después de ver este fantástico video, hablamos sobre el interaccionismo simbólico, ya que es un tema a tener en cuenta a la hora de realizar una metodología.

    Las personas nos relacionamos de diversas maneras, como a través de la simbología. Es  evidente, que es imposible no comunicar, ya que lo hacemos de muchas formas, y no solo mediante palabras como mucha gente cree, sino a través de la postura, la mirada, los gestos, la expresión facial, entre muchas otras. Estos últimos ejemplos de comunicación no verbal, hacen que transmitamos cosas que no decimos.

    La simbología es una herramienta muy poderosa para trabajar con personas, que se debe llevar al entorno educativo, y este tipo de intervención va dirigida a despertar el superyó.

    El deber principal del educador social es buscar la solución más apropiada para resolver un determinado problema hallado. Por ejemplo, en el caso de una persona que fuma, se deberá reflexionar sobre cual es la metodología mas adecuada para que ésta descubra que el tabaco es perjudicable para la salud, y pueda así abandonar la conducta.


    Luego, aclaramos la diferencia entre los términos trabajar en grupo y trabajar en equipo.
    El primero, consiste en que me responsabilizo de una determinada cosa, y la llevo a cabo a partir de los conocimientos que dispongo.
    El segundo, se basa en que no sólo me responsabilizó de algo, sino también de los demás miembros de mi equipo, creando de este modo, un sentido de pertenencia, un clima de confianza, etcétera.

    Cuando analizamos a una persona o intervenimos con ella, lo tenemos que hacer desde el trabajo en equipo para poder lograr los mejores resultados posibles.

    Podemos desarrollar una intervención tanto a nivel individual como grupal, dependiendo de algunos factores, como el tipo de caso, la situación, lo que deseemos conseguir…


    Posteriormente, analizamos la técnica Rapport, que se utiliza habitualmente en el trabajo para crear un ambiente cómodo y agradable, y mejorar así la relación entre los trabajadores y jefes. Ésta se fundamenta en que las personas tendemos a colocarnos en la misma postura que el otro, a imitar sus gestos, a emplear el mismo tono de voz, etcétera, y suele suceder inconscientemente.


    Por último, nuestro grupo expusimos el texto de “Fundamentos Políticos de la Educación Social”, y destacamos las siguientes ideas:

    Es complicado hacer referencia al perfil de la Educación Social por diversas razones, como por ejemplo, por su variabilidad en la conceptualización, la fragilidad de sus bases teóricas y la confusión conceptual.

    Podemos distinguir tres ámbitos educativos: educación formal, no formal e informal. Aunque, es verdad que la educación social abarca mayormente la educación no formal, también debe participar en las otras dos modalidades.

    Diferenciamos entre los conceptos de política y políticas de educación.
    El primero, trata de realizar un análisis de lo que encontramos en la realidad, mientras que el segundo es una reflexión ideal sobre esa realidad, o en otras palabras, lo que creemos que debería de ser.

    Son cuatro las áreas de intervención en educación social: la educación permanente de adultos, la formación laboral, la educación especializada y la animación sociocultural.



Un saludo,

Andrea.

CUARTA SEMANA =)

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¡Buenas noches!
   
    Para comenzar, vamos a tratar el tema del poder. Y es que, aunque parezca sorprendente es la persona que se muestra más débil la que verdaderamente posee el poder; por lo tanto, podemos considerar la debilidad como instrumento para ejercerlo.

    Por otro lado, cuando llevemos a cabo una intervención socioeducativa no debemos olvidar que nosotros somos los educadores, y por tanto, los que disponemos del poder, que debemos mostrarlo mediante el uso de una metodología adecuada en la que se dé protagonismo a la persona.

    Es imprescindible que seamos capaces de controlar la emoción cuando trabajemos, ya que esto puede llegar a ser un gran obstáculo a la hora de intervenir con la persona.

    Otra cuestión relevante es saber diferenciar entre los términos apatía, simpatía y empatía.
    Podemos definir el primero como “pasar de” algo o alguien.
   El segundo hace referencia a la conexión emocional que se establece con un determinado individuo, como si éste se tratara de un igual.
    El tercero se basa en ponernos en la situación del otro, para de este modo, poder entenderlo.

    Algunos de los profesores que hemos tenido a lo largo de la carrera, han hecho gran hincapié en la importancia de ser empáticos con los demás; pero debemos tener en cuenta que a pesar de que intentemos serlo con un determinado individuo, nunca podremos estar en su misma situación.

    Esto último, ha cambiado totalmente mi punto de vista, ya que hasta ahora siempre he antepuesto la empatía a la simpatía.

    Existen tres principios sistémicos de grupo: dar y tomar, orden y sentimiento de pertenencia.
    Para explicar este último, el docente llevó a cabo una dinámica que consistía en colocar una serie de sillas juntas, en las que posteriormente, cada uno de nosotros debía subirse; el profesor iba retirando algunas hasta que fuera imposible quitar más. Este ejercicio tenía como finalidad sentirse parte del grupo, en otras palabras, fomentar la ayuda mutua entre los compañeros, y de este modo, mantener el equilibrio y no caer al suelo.

    En mi opinión, fue una actividad interesante que potenció el cooperativismo entre los participantes del grupo, de un modo dinámico y divertido.

    Por último, decir que el grupo presentó el texto sobre el interaccionismo simbólico. La idea básica de éste es que los seres humanos no sólo nos relacionamos e interactuamos mediante la comunicación verbal, sino también a través de la no verbal, como son los signos, símbolos, etcétera.



Hasta la próxima,

Andrea.

TERCERA SEMANA...

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¡Hola a todos/as!


    Como de costumbre, vamos a comentar las cuestiones planteadas en el aula durante la pasada semana.

    Una de las ideas más relevantes a destacar es la importancia de la observación. Para ello, realizamos dos dinámicas diferentes. La primera consistía en contar a tu compañero lo que habías observado desde primera hora de la mañana hasta llegar a clase; la segunda se basaba en ver y analizar un video. Las conclusiones a las que llegamos fueron:
    El hombre que aparecía tocando el banjo era autista, y por tanto, había poseído pocas ocasiones de relación; esa era la razón por la que la madre miraba por la ventana asombrada.
    Este individuo se relacionaba y comunicaba con el otro sujeto a través de la música.
  También fue interesante apreciar como estas dos personas se coordinaron adecuadamente, logrando de este modo, un excelente resultado de grupo.
    La gente de alrededor que comenzó a observar el espectáculo terminó participando, por lo que podemos deducir, que el observador al final participa.

    Es sorprendente todas las cosas que puedes intuir a partir de la simple observación, aunque creo que no debemos fiarnos de ello a ciencia cierta, ya que muchas veces podemos equivocarnos o malinterpretar lo que observamos.


    Podemos extraer dos conclusiones fundamentales a partir de esta última dinámica:
   
    Por un lado, la importancia de trabajar en grupo, y por otro, la relevancia de intuir el contexto en el que nos situamos.

    Después, comentamos los obstáculos posibles del aprendizaje.
   
    Uno de ellos es la ceguera cognitiva, es decir, no saber que no sé algo; esto nos puede llevar a “ir de listillos”, o sea, a hablar sobre algo que verdaderamente no conocemos.

    Otra dificultad que nos podemos encontrar en el aprendizaje es ser arrogantes.

    Pensar que ya se sabe una determinada cosa también nos llevaría al fracaso.

    Por último, el grupo de compañeros expuso el texto sobre los modelos de educación y comunicación:

    Existen tres modelos de educación, dependiendo de donde pongamos énfasis: en los contenidos, en los efectos, o en el proceso.

    El primer modelo se fundamenta en el método tradicional, basado en el aprendizaje mediante la memoria. Las características de éste son la pasividad e inferioridad del educando, la diferencia de status profesor-alumno, el individualismo, la competencia…
    El objetivo principal que se persigue es que el educando aprenda, aunque esto no es así, ya que el alumno sólo memoriza sin entender ni integrar el conocimiento.

    El segundo modelo se relaciona con el estimulo-respuesta del conductismo, que introduce el uso de castigos y recompensas. La finalidad de éste es que el educando haga, sin tener en cuenta su opinión.

    Por último, el tercer modelo es un método activo, bidireccional, participativo, en el que el protagonista es el alumno, en quién se busca un cambio y transformación. El fin que se quiere lograr es que el sujeto piense.

    Concluimos diciendo que el modelo más adecuado para un educador social es el que una los tres tipos a la vez, ya que todos tienen su parte buena y mala, y por lo tanto, no nos podemos quedar con uno en concreto, sino coger un poco de los tres.

    Debemos tener en cuenta, que en función del modelo que utilicemos el tipo de comunicación variará.


    Finalmente, nunca debemos olvidar la importancia de fijarnos en el proceso de la intervención educativa, y no sólo en sus resultados, porque muchas veces no lograremos ese propósito que ansiábamos.



Hasta pronto,

Andrea.